Antes de realizar un viaje con la moto y cada cierto tiempo, hay componentes que debemos de revisar y asegurarnos de que se encuentran en un buen estado, sobretodo por nuestra seguridad y por el mantenimiento de nuestra moto.
Obviamente el revisar nuestra moto no asegurará nada, pero si reduce notablemente el porcentaje que tenemos de sufrir un accidente o de quedar parados por alguna avería.
De un simple vistazo podemos ver si los neumáticos tienen aún dibujo o están demasiado gastados. El dibujo nos indica que aún disponemos de goma para gastar y conducir de forma segura sobre pavimento mojado. Por otro lado, una presión inadecuada afectará al consumo de nuestra moto, la presión siempre se debe medir en frío y debemos tener en cuenta factores como si llevamos paquete o no. Todos estos valores de presión los puedes encontrar en el libro manual de tu moto.
Si nos fijamos en el suelo, donde tenemos nuestra moto estacionada, podemos ver si hay o no manchas de aceite en el suelo. Si las encontramos, debemos de corregirlo de forma inmediata, acudir a nuestro mecánico y realizar la reparación. El nivel de aceite se mide, según la moto, con varilla o con ojo de buey. La medición debemos hacerla siempre con la moto fría.
Ante todo revisar el nivel del líquido de frenos, el delantero y trasero. Los depósitos transparentes nos lo ponen fácil ya que nos permiten ver y los niveles máximos y mínimos están perfectamente marcados. También revisar el estado de nuestras pastillas de frenos, hay que revisar el espacio que queda entre la pastilla y el disco de freno, si el espacio es demasiado grande significará que la pastilla está muy gastada y debemos reemplazarla.
Si tu moto es refrigerada por líquido, echa un vistazo para que el líquido este en el nivel adecuado y utiliza siempre líquido refrigerante y no agua.
Aparte de todos estos consejos, la moto debe estar en un buen estado en general y con las revisiones realizadas, entre ellas la ITV. Y si no estás del todo seguro, lo mejor es que acudas a un buen taller.